miércoles, 3 de julio de 2019

La Tartamudez


La Tartamudez
Guía para profesionales, padres y madres





Es una obra práctica de consulta que se acerca al fenómeno de la disfemia o tartamudez mediante una recopilación de las características y modelos de este trastorno del habla, las causas y teorías explicativas de su desarrollo. Presenta una evaluación del trastorno y una serie de propuestas y métodos para registrar y prevenir sus manifestaciones, así como alternativas de intervención sobre este problema, que continúa siendo uno de los retos de la Logopedia.

Autor: José Luis Gallego Ortega
Tamaño: 14x21,5 cms
ISBN: 84-9700-218-0
Página: 136



ÍNDICE

1. Introducción

2. Descripción de la tartamudez

Caracterización del trastorno

Los inicios del trastorno y su evolución

Clasifi cación tipológica



3. Teorías y causas de la tartamudez

Enfoques teóricos de la tartamudez

La hipótesis lingüística de la tartamudez

La hipótesis psicológica de la tartamudez

La hipótesis orgánica de la tartamudez

La hipótesis genético-ambientalista de la tartamudez

Tartamudez y lenguaje: Perspectiva integradora de las causas del trastorno

Las condiciones biológicas en el desarrollo del lenguaje

Las condiciones ambientales en el desarrollo del lenguaje

La perspectiva integradora en la génesis del trastorno



4. Evaluación de la tartamudez

Consideraciones previas

Análisis y valoración de la tartamudez

Datos obtenidos del habla espontánea del sujeto

Datos obtenidos de la información que nos proporciona la familia

Datos obtenidos conjuntamente de la familia y del propio sujeto

Estrategias, fuentes y agentes para la obtención de datos



5. Intervención de la tartamudez

Consideraciones previas

Técnicas terapéuticas generales para el tratamiento del trastorno

Técnicas basadas en disfunciones del feedback

Técnicas basadas en el condicionamiento operante

Técnicas de sensibilización

Técnicas de des-sensibilización

Otros procedimientos para intervenir en el trastorno

El tratamiento de la tartamudez

La acción educativa en el tartamudeo infantil

Tratamiento de la tartamudez en niños de más edad

Tratamiento de la tartamudez en adolescentes y jóvenes

Tratamiento conductual de la tartamudez

Duración del tratamiento

Algunas estrategias (in)útiles para paliar la tartamudez


6. Apéndices 


7. Bibliografía



1. INTRODUCCIÓN

El lenguaje y el habla son fenómenos complejos, que hacen de sus trastornos fenómenos igualmente complejos. Este es el caso de la disfemia o tartamudez, que ha venido manifestándose de forma sistemática como una de las perturbaciones más rebeldes e inciertas de la patología del lenguaje. Los avances, con respecto a su rehabilitación, han sido tímidos, incluso escasos, lo que la convierte en uno de los grandes retos de la Logopedia.

En torno a esta dificultad del habla se suscitan múltiples interrogantes, que desembocan en diversidad de respuestas, las cuales dependen no ya del campo teórico que las sustenta, sino principalmente del profesional que las postula, si bien la unanimidad entre los especialistas es total al señalar la dificultad de ofrecer una acotación conceptual del término y de postular una intervención terapéutica eficaz. El problema de este trastorno del ritmo articulatorio difiere sustancialmente de otros trastornos del lenguaje, por cuanto difícilmente puede advertirse a priori una relación causa-efecto en la tartamudez, hecho que suele observarse en muchas de las alteraciones del lenguaje.


En el caso de la disfemia, son tantas y tan diversas las causas que pueden generar síntomas típicos de un habla disfémica que hacen inviable establecer una relación unívoca entre los efectos y sus desencadenantes previos. Cuando hablamos de disfemia o tartamudez hemos de subrayar que nos encontramos ante un trastorno funcional de la comunicación oral, que afecta al ritmo articulatorio de la palabra y que no deriva de ningún tipo de anomalía de los órganos fonatorios. Se trata, además, de un trastorno que exige la presencia de uno o varios interlocutores para que pueda evidenciarse que está exento de un marco sintomatológico preciso, por lo que son muchos los autores que señalan que no hay disfemias sino sujetos tartamudos, cada cual con sus propias peculiaridades y características.

No es fácil poner límites a la tartamudez y acotar sus síntomas o manifestaciones. De hecho no es infrecuente observar hablas exentas de esta etiqueta diagnóstica que, sin embargo, presentan algunos de sus síntomas más comunes y característicos. La fluidez verbal es un componente básico del habla, cuyo aprendizaje depende de las habilidades del sujeto y de las prácticas conversacionales que éste realiza.


La monografía se ha estructurado en cuatro grandes apartados: 1) caracterización del trastorno y su posible clasificación, 2) causas y teorías de la tartamudez, 3) evaluación del trastorno, e 4) intervención terapéutica en la tartamudez. La finalidad del texto, en fi n, no es aportar nuevos datos procedentes de investigaciones propias, sino la de ofrecer a los padres y profesionales –en un texto breve y sencillo– una compilación sobre el trastorno, basada en una revisión de la literatura especializada y en la propia experiencia como logo-terapeuta.


2.DESCRIPCIÓN DE LA TARTAMUDEZ
La tartamudez, de etiología desconocida, es un trastorno del habla que engloba múltiples manifestaciones (lingüísticas y no lingüísticas) y afecta desde la antigüedad a personas muy diversas en su condición social, lengua o sexo. Suele admitirse que el 1 % de la población, generalmente de sexo masculino, padece esta dificultad en el habla, aunque todavía hoy hemos de admitir cierta polémica sobre su definición, cuya característica más llamativa suele ser, por lo general, su carácter intermitente y episódico, que sólo es posible apreciar en un contexto de interacción comunicativa. En efecto, la producción lingüística carece de falta de fluidez cuando el sujeto disfémico habla solo o cuando la “situación comunicativa” no está dominada por la ansiedad.

En este capítulo se describe el trastorno, se ofrece una aproximación conceptual del mismo y se clasifica, atendiendo a diferentes criterios.



CARACTERIZACIÓN DEL TRASTORNO

El término “disfemia” o “tartamudez” ha experimentado notables transformaciones a lo largo del tiempo en cuanto a su conceptualización. Pero si no resulta fácil ofrecer una acotación conceptual precisa del trastorno, dada la diversidad de manifestaciones y síntomas que encierra, su descripción sintomatológica no parece generar diferencias insalvables. En los sujetos de habla disfémica se aprecian disfluencias en el habla y la comunicación, caracterizada por una serie de bloqueos, repeticiones o prolongaciones de sonidos, sílabas o palabras (monosílabos), durante la emisión del discurso. La diferencia entre un habla disfémica y un habla tildada de “normal” reside en la velocidad de la emisión verbal, en la producción de los elementos prosódicos del lenguaje y en la falta de fluidez del mensaje.

El término “tartamudez”, desde el punto de vista lingüístico, se utiliza para categorizar a aquellos sujetos que presentan frecuentes disfluencias durante la ejecución de su lenguaje (actuación chomskyana del hablante), sin que se aprecien disfunciones en el grado de conocimiento de su lengua (competencia chomskyana del hablante). La presentación del trastorno se aprecia en cualquier sílaba de la palabra y no sólo en la inicial, afectando tanto a los elementos principales de la oración (verbos, nombres...) como a los secundarios (partículas). Suele ocurrir con mayor frecuencia durante el lenguaje conversacional que durante la lectura y/o el lenguaje repetido. La severidad del trastorno es variable en intensidad, ritmo y tiempo de habla.


Van Riper (1971) consideraba la tartamudez como una disrupción de un flujo rítmico del habla, caracterizada por bloqueos, prolongaciones o repeticiones de palabras, sílabas, sonidos o posturas de la boca. Pero en el habla de un sujeto con patrón de habla tartamuda se advierten otro tipo de afectaciones, además de las propiamente lingüísticas, como son la respiración irregular, cierta tensión, ansiedad, etc. Esta abundancia de síntomas hace que difícilmente se puedan hallar dos personas tartamudas con iguales características.


Cisari y cols. (1987) definen la tartamudez como una alteración funcional de la fluencia verbal, que se caracteriza por la presencia de repeticiones, pausas y prolongaciones fonemáticas y silábicas, la cual se fija en sujetos que no demuestran progresivos daños orgánicos encefálicos o sensoriales, ni en los órganos de articulación o de resonancia, y con ausencia de graves patologías psiquiátricas.


El DSM-IV (1995) entiende el tartamudeo como una alteración de la fluidez y de la organización temporal normales del habla (inadecuadas para la edad del sujeto), caracterizada por concurrencias frecuentes de uno o más de los siguientes fenómenos:

1) repeticiones de sonidos y sílabas, 2) prolongaciones de sonidos,  3) interjecciones, 4) palabras fragmentadas, 5) bloqueos audibles o silenciosos, 6) circunloquios para sustituir palabras problemáticas, 7) palabras producidas con un exceso de tensión física, y 8) repeticiones de palabras monosilábicas (American Psychiatric Association, 1995).


La consideración definitiva del trastorno suele hacerse, por lo general, en función de la duración, tipo y cantidad de difluencias que presenta el habla del sujeto. La disfemia   fundamentalmente un problema de comunicación (exige la presencia de uno o varios interlocutores), en el que el hablante disfémico manifiesta una evidente dificultad expresiva, por una ausencia de control en la emisión de las palabras que conforman su lenguaje.

Se aprecia, en fi n, una dificultad en la elocución del mensaje a causa de una repetición o atranque en alguna sílaba o una interrupción espasmódica de la fluidez verbal, así como fallos en la comunicación, repeticiones silábicas, vacilaciones y, cómo no, espasmos. En general, suelen advertirse las mayores dificultades, así como una excesiva tensión en labios y lengua, durante la emisión de los fonemas oclusivos (/p/, /t/, /k/, /b/, /d/, /g/).

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