Fundamentos de intervención en
Psicomotricidad Relacional
El sentido de la intervención en la psicomotricidad
relacional es poder reparar o resignificar la historia afectiva de las
personas, integrando experiencias que puedan ayudar a comprender que existen
otras vivencias posibles además de las que ya han sido registradas en nuestra
historia primaria. En palabras de Lapierre y Aucoturier (1977), se puede ayudar
al niño a modificar el inconsciente sin la necesidad de pasar por el
consciente.
En este texto, los autores, herederos del maestro Lapierre, transitan desde la
práctica a la teoría, fundamentando la intervención psicomotriz a partir de sus
experiencias prácticas de trabajo. Este libro se detiene especialmente en la
figura del psicomotricista y su formación, así como en la especificidad de esta
metodología en relación a la simbología del material, del espacio, y el
análisis de las vivencias en el desarrollo de las sesiones y las posibles
dificultades que surgen en el proceso de construcción de la identidad personal
de los distintos sujetos.
PrÓlogo
introducción
01 La intervención en
psicomotricidad relacional
1. La figura del
psicomotricista
2. La relación
con el psicomotricista
3. El cuerpo como
medidor en la relación con el otro
4. La
cointervención en psicomotricidad relacional
5. El espacio del
psicomotricista
6.
Consideraciones al inicio de la intervención
7. Cuándo y cómo
finalizar la intervención
02 La formación del
psicomotricista
1. Formación
teórica
2. Formación
práctica
3. Formación
personal
3.1. La formación
personal para la intervención en el ámbito escolar y social
3.2. La formación
personal para la intervención en el ámbito clínico
03 La representación de
las vivencias infantiles
1. Evolución de
las representaciones y el contenido de las vivencias
1.1. Etapa preliminar
1.2. Etapa de los
primeros indicios (1 a 3 años)
1.3. Etapa formal
(3-4 años)
1.4. Etapa
pre-esquemática (4-5 años)
1.5. Etapa
esquemática (5-7 años)
1.6. Etapa del
realismo subjetivo (8-10 años)
2. Parámetros en el análisis de la
representación infantil
2.1. La
globalidad de lo representado
2.2. La
estructura interna de la representación
2.3. Los detalles
de la representación
2.4. La
representación de la figura humana
3. Una historia
con plastilina
4. Una historia
de construcciones
5. Las representaciones
y las vivencias de la sesión
5.1. La historia
de Gabriel
5.2. Las bodas
04 Análisis
de la expresividad psicomotriz en el proceso de construcción de la identidad
personal
1. Introducción
2. La construcción de la identidad personal
3. Evaluación de la expresividad
4. Conclusión
05 La
psicomotricidad en el tratamiento de las necesidades asociadas a TEA
1. Construir una imagen propia e identificarse con ella
2. Ordenar la satisfacción que se obtiene del
cuerpo
3. Acompañamiento en el proceso de construir
la identidad personal
06 La
intervención desde la psicomotricidad relacional en la psicosis infantil
1. La psicosis infantil
2. La expresividad psicomotriz del niño con
psicosis
3. La intervención ante la psicosis
desde la psicomotricidad relacional
3.1. Crear un vínculo con el niño
3.2. Referencia a la realidad y diferenciación
3.4. Diferenciarnos para existir: el trabajo
en pareja
07 La
expresividad psicomotriz en niños adoptados y el establecimiento de vínculos
socioafectivos
1. Expresividad psicomotriz y adopción
2. Análisis de las
necesidades socioafectivas que muestran los sujetos durante la sesión de
evaluación inicial
2.1. Expresividad corporal
2.2. Relación con los objetos
2.3. Juego simbólico
2.4. Relación con el adulto
2.5. Relación de apego
2.6. Comunicación y representación
3. Identificación de las necesidades
socioafectivas en una intervención psicomotriz grupal
3.1. Relación en el inicio de la sesión
3.2. Relación con el cuerpo (expresividad
corporal)
3.3. Relación con los objetos
3.4. Relación con el tiempo y el espacio
3.5. Relación con los adultos
3.6. Relación con los iguales
4. Intervención psicomotriz, educativa y
familiar ante las necesidades generadas
5. Estrategias de intervención
5.1. Demandas de atención
5.2. Dificultades para establecer la relación
5.3. Dificultades de aprendizaje
08 Atención
psicomotriz a los bebés prematuros
1. Introducción
2. Punto de
partida
3. La
intervención psicomotriz
3.1. Relación con
el bebé
4. Relación con
la familia
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Con este texto queremos nuevamente transitar desde la
práctica a la teoría, reflexionar sobre nuestra experiencia de trabajo con
niños y niñas con necesidades educativas y con el alumnado de nuestra facultad,
para relacionarla con la teoría en la que se fundamenta la Psicomotricidad
Relacional. Esto no sería posible sin la participación de las compañeras y
compañeros del Seminario de Psicomotricidad de la Universidad de La Laguna, a
quienes agradecemos sus aportaciones y su generosidad para compartir su
trabajo, así como las muchas horas de formación que nos han llevado a la
creación de fuertes vínculos de amistad, partiendo del respeto de los
diferentes puntos de vista sobre nuestro hacer diario.
Consideramos que la mejor forma de aprender es compartir
con otros profesionales lo que vamos leyendo y haciendo, para tratar de llegar
a conclusiones que nos ayuden a seguir creciendo profesionalmente y como
personas. En este proceso de aprendizaje continuo, ha sido muy enriquecedor no
solo compartir experiencias con otros psicomotricistas, sino también la
posibilidad de realizar proyectos de investigación interdisciplinares que nos
ayudan a tener una visión más global del ser humano.
Al trabajar con niños y niñas de 0 a 15 años, se nos ha
posibilitado un mayor conocimiento de los mismos, las diferentesvisiones de los
maestros, psicólogos, pedagogos, logopedas, terapeutas ocupacionales,
fisioterapeutas, pediatras, rehabilitadoras, trabajadores sociales… con los que
afortunadamente hemos podido colaborar. Por otra parte, nunca será suficiente
nuestro agradecimiento y reconocimiento a las madres y padres que nos confían a
sus hijos e hijas, sus dudas y sus cuestionamientos también son fuente de
aprendizaje, y su actitud ante la vida un ejemplo a seguir.
En relación al contenido de este libro, hemos querido
insistir en el encuadre de la Psicomotricidad Relacional, con especial énfasis
en la figura del psicomotricista y su formación, así como en la especificidad
de esta metodología en relación a la simbología del material y el análisis de
las vivencias en el desarrollo de las sesiones, para posteriormente reflejar
nuestras reflexiones sobre el trabajo con sujetos con diferentes
características, derivadas de las posibles dificultades que surgen en el
proceso de construcción de su identidad personal.
Nos apoyamos en las teorías de diferentes autores y
autoras para justificar y dar sentido a lo que hacemos, tratando de llegar a
nuestras propias conclusiones, aunque sin perder de vista que la psicomotricidad
es una disciplina en proceso de construcción y que seguirá su crecimiento en la
medida en que estemos dispuestos a seguir compartiendo. Como dice Antonio
Machado: "En cuestiones de cultura y saber, sólo se pierde lo que se
guarda; sólo se gana lo que se da".
1.- LA INTERVENCIÓN EN PSICOMOTRICIDAD RELACIONAL
El sentido de la intervención en la psicomotricidad
relacional es poder reparar o resignificar la historia afectiva de las
personas, integrando experiencias que puedan ayudar a comprender que existen
otras vivencias posibles además de las que ya han sido registradas en nuestra
historia primaria, con la intención de poder ampliar o modificar la huella de
las experiencias relacionales primarias y ayudar de esta forma a elaborar una
situación de vida más satisfactoria. Retomando las palabras de Lapierre y
Aucoturier (1977), se puede ayudar al niño a modificar el inconsciente sin la
necesidad de pasar por el consciente.
3. el cuerpo como mediador en la relación con el otro
En este proceso
relacional, el cuerpo del psicomotricista debe poner de relieve lo que el niño
no puede decir, haciendo de espejo en el que se reflejan sus fantasmas, se pone
a su disposición no como objeto pasivo, sino como objeto activo. Se convierte
en lo que el niño quiere, ajustando su tonicidad y así, dependiendo de sus deseos
más profundos, puede hacerse tónicamente madre, tónicamente padre, tónicamente
"muerto" o tónicamente resis
tente, tónicamente
lugar de acogida, lugar de seguridad, tónicamente lugar a destruir, lugar de
angustia o incluso de miedo (Lapierre y Aucouturier, 1980). Esta proyección de
fantasmas sobre el cuerpo del psicomotricista y la respuesta que éste le
devuelve permitirá una movilización de la situación relacional bloqueada,
pasando a ser una relación de auténtica comunicación, cargada de afectividad y
no mediada por los estereotipos sociales.
En este acercamiento al cuerpo del otro, existen
diferentes connotaciones dependiendo de la parte del cuerpo que se toque, o de
la actitud que adoptemos; cada niño lo vive de forma diferente en función de
sus fantasmas personales. Estas reacciones del niño ante el cuerpo del adulto
revelarán, a través de la acción simbólica, los contenidos de su imaginario
inconsciente.
Es muy importante que no forcemos la relación, ni ser
invasivos; cada niño dependiendo de sus proyecciones fantasmáticas necesitará
su tiempo para llegar al cuerpo del psicomotricista. Muchas veces, en nuestro
afán por conseguir la relación o por nuestras propias proyecciones, tratamos de
acaparar, de poseer al niño respondiendo inconscientemente a nuestros propios
deseos fusionales, y como resultado de esos intentos, alejamos, asustamos o
confundimos al niño, todo dependerá del tono, de nuestra escucha, capacidad de
empatía y de nuestra disponibilidad corporal más que de la posición que
adoptemos. Podemos tener un cuerpo totalmente abierto y asequible pero
internamente rígido y cerrado.
. . .
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