lunes, 19 de noviembre de 2018

Fundamentos de intervención en Psicomotricidad Relacional


Fundamentos de intervención en

 Psicomotricidad Relacional



El sentido de la intervención en la psicomotricidad relacional es poder reparar o resignificar la historia afectiva de las personas, integrando experiencias que puedan ayudar a comprender que existen otras vivencias posibles además de las que ya han sido registradas en nuestra historia primaria. En palabras de Lapierre y Aucoturier (1977), se puede ayudar al niño a modificar el inconsciente sin la necesidad de pasar por el consciente.

En este texto, los autores, herederos del maestro Lapierre, transitan desde la práctica a la teoría, fundamentando la intervención psicomotriz a partir de sus experiencias prácticas de trabajo. Este libro se detiene especialmente en la figura del psicomotricista y su formación, así como en la especificidad de esta metodología en relación a la simbología del material, del espacio, y el análisis de las vivencias en el desarrollo de las sesiones y las posibles dificultades que surgen en el proceso de construcción de la identidad personal de los distintos sujetos.




PrÓlogo     
introducción       
01    La intervención en psicomotricidad relacional 
1. La figura del psicomotricista
2. La relación con el psicomotricista
3. El cuerpo como medidor en la relación con el otro
4. La cointervención en psicomotricidad relacional
5. El espacio del psicomotricista
6. Consideraciones al inicio de la intervención
7. Cuándo y cómo finalizar la intervención
02    La formación del psicomotricista
1. Formación teórica
2. Formación práctica
3. Formación personal
3.1. La formación personal para la intervención en el ámbito escolar y social
3.2. La formación personal para la intervención en el ámbito clínico
03    La representación de las vivencias infantiles
1. Evolución de las representaciones y el contenido de las vivencias
1.1. Etapa preliminar
1.2. Etapa de los primeros indicios (1 a 3 años)
1.3. Etapa formal (3-4 años)
1.4. Etapa pre-esquemática (4-5 años)
1.5. Etapa esquemática (5-7 años)
1.6. Etapa del realismo subjetivo (8-10 años)
2. Parámetros en el análisis de la representación infantil
2.1. La globalidad de lo representado
2.2. La estructura interna de la representación
2.3. Los detalles de la representación
2.4. La representación de la figura humana
3. Una historia con plastilina
4. Una historia de construcciones
5. Las representaciones y las vivencias de la sesión
5.1. La historia de Gabriel
5.2. Las bodas
04    Análisis de la expresividad psicomotriz en el proceso de construcción de la identidad personal
             1. Introducción
2. La construcción de la identidad personal
3. Evaluación de la expresividad
4. Conclusión
05    La psicomotricidad en el tratamiento de las necesidades asociadas a TEA
              1. Construir una imagen propia e identificarse con ella
2. Ordenar la satisfacción que se obtiene del cuerpo
3. Acompañamiento en el proceso de construir la identidad personal
06    La intervención desde la psicomotricidad relacional en la psicosis infantil
              1. La psicosis infantil
2. La expresividad psicomotriz del niño con psicosis
3. La intervención ante la psicosis desde la psicomotricidad relacional
3.1. Crear un vínculo con el niño
3.2. Referencia a la realidad y diferenciación
3.4. Diferenciarnos para existir: el trabajo en pareja
07    La expresividad psicomotriz en niños adoptados y el establecimiento de vínculos socioafectivos
              1. Expresividad psicomotriz y adopción
2. Análisis de las necesidades socioafectivas que muestran los sujetos durante la sesión de evaluación inicial
2.1. Expresividad corporal
2.2. Relación con los objetos
2.3. Juego simbólico
2.4. Relación con el adulto
2.5. Relación de apego
2.6. Comunicación y representación
3. Identificación de las necesidades socioafectivas en una intervención psicomotriz grupal
3.1. Relación en el inicio de la sesión
3.2. Relación con el cuerpo (expresividad corporal)
3.3. Relación con los objetos
3.4. Relación con el tiempo y el espacio
3.5. Relación con los adultos
3.6. Relación con los iguales
4. Intervención psicomotriz, educativa y familiar ante las necesidades generadas
5. Estrategias de intervención
5.1. Demandas de atención
5.2. Dificultades para establecer la relación
5.3. Dificultades de aprendizaje
08    Atención psicomotriz a los bebés prematuros 
1. Introducción
2. Punto de partida
3. La intervención psicomotriz
3.1. Relación con el bebé
4. Relación con la familia           
Bibliografía          

INTRODUCCIÓN
Con este texto queremos nuevamente transitar desde la práctica a la teoría, reflexionar sobre nuestra experiencia de trabajo con niños y niñas con necesidades educativas y con el alumnado de nuestra facultad, para relacionarla con la teoría en la que se fundamenta la Psicomotricidad Relacional. Esto no sería posible sin la participación de las compañeras y compañeros del Seminario de Psicomotricidad de la Universidad de La Laguna, a quienes agradecemos sus aportaciones y su generosidad para compartir su trabajo, así como las muchas horas de formación que nos han llevado a la creación de fuertes vínculos de amistad, partiendo del respeto de los diferentes puntos de vista sobre nuestro hacer diario.
Consideramos que la mejor forma de aprender es compartir con otros profesionales lo que vamos leyendo y haciendo, para tratar de llegar a conclusiones que nos ayuden a seguir creciendo profesionalmente y como personas. En este proceso de aprendizaje continuo, ha sido muy enriquecedor no solo compartir experiencias con otros psicomotricistas, sino también la posibilidad de realizar proyectos de investigación interdisciplinares que nos ayudan a tener una visión más global del ser humano.
Al trabajar con niños y niñas de 0 a 15 años, se nos ha posibilitado un mayor conocimiento de los mismos, las diferentesvisiones de los maestros, psicólogos, pedagogos, logopedas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, pediatras, rehabilitadoras, trabajadores sociales… con los que afortunadamente hemos podido colaborar. Por otra parte, nunca será suficiente nuestro agradecimiento y reconocimiento a las madres y padres que nos confían a sus hijos e hijas, sus dudas y sus cuestionamientos también son fuente de aprendizaje, y su actitud ante la vida un ejemplo a seguir.
En relación al contenido de este libro, hemos querido insistir en el encuadre de la Psicomotricidad Relacional, con especial énfasis en la figura del psicomotricista y su formación, así como en la especificidad de esta metodología en relación a la simbología del material y el análisis de las vivencias en el desarrollo de las sesiones, para posteriormente reflejar nuestras reflexiones sobre el trabajo con sujetos con diferentes características, derivadas de las posibles dificultades que surgen en el proceso de construcción de su identidad personal.
Nos apoyamos en las teorías de diferentes autores y autoras para justificar y dar sentido a lo que hacemos, tratando de llegar a nuestras propias conclusiones, aunque sin perder de vista que la psicomotricidad es una disciplina en proceso de construcción y que seguirá su crecimiento en la medida en que estemos dispuestos a seguir compartiendo. Como dice Antonio Machado: "En cuestiones de cultura y saber, sólo se pierde lo que se guarda; sólo se gana lo que se da".

1.- LA INTERVENCIÓN EN PSICOMOTRICIDAD RELACIONAL
El sentido de la intervención en la psicomotricidad relacional es poder reparar o resignificar la historia afectiva de las personas, integrando experiencias que puedan ayudar a comprender que existen otras vivencias posibles además de las que ya han sido registradas en nuestra historia primaria, con la intención de poder ampliar o modificar la huella de las experiencias relacionales primarias y ayudar de esta forma a elaborar una situación de vida más satisfactoria. Retomando las palabras de Lapierre y Aucoturier (1977), se puede ayudar al niño a modificar el inconsciente sin la necesidad de pasar por el consciente.
3. el cuerpo como mediador en la relación con el otro
En este proceso relacional, el cuerpo del psicomotricista debe poner de relieve lo que el niño no puede decir, haciendo de espejo en el que se reflejan sus fantasmas, se pone a su disposición no como objeto pasivo, sino como objeto activo. Se convierte en lo que el niño quiere, ajustando su tonicidad y así, dependiendo de sus deseos más profundos, puede hacerse tónicamente madre, tónicamente padre, tónicamente "muerto" o tónicamente resis
tente, tónicamente lugar de acogida, lugar de seguridad, tónicamente lugar a destruir, lugar de angustia o incluso de miedo (Lapierre y Aucouturier, 1980). Esta proyección de fantasmas sobre el cuerpo del psicomotricista y la respuesta que éste le devuelve permitirá una movilización de la situación relacional bloqueada, pasando a ser una relación de auténtica comunicación, cargada de afectividad y no mediada por los estereotipos sociales.
En este acercamiento al cuerpo del otro, existen diferentes connotaciones dependiendo de la parte del cuerpo que se toque, o de la actitud que adoptemos; cada niño lo vive de forma diferente en función de sus fantasmas personales. Estas reacciones del niño ante el cuerpo del adulto revelarán, a través de la acción simbólica, los contenidos de su imaginario inconsciente.
Es muy importante que no forcemos la relación, ni ser invasivos; cada niño dependiendo de sus proyecciones fantasmáticas necesitará su tiempo para llegar al cuerpo del psicomotricista. Muchas veces, en nuestro afán por conseguir la relación o por nuestras propias proyecciones, tratamos de acaparar, de poseer al niño respondiendo inconscientemente a nuestros propios deseos fusionales, y como resultado de esos intentos, alejamos, asustamos o confundimos al niño, todo dependerá del tono, de nuestra escucha, capacidad de empatía y de nuestra disponibilidad corporal más que de la posición que adoptemos. Podemos tener un cuerpo totalmente abierto y asequible pero internamente rígido y cerrado.
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