martes, 17 de julio de 2018

¡Novedad! ESCUELA DEL SIGLO XXI

Escuela del siglo XXI
Nuevos métodos de atención a la diversidad

Manual práctico de inclusión escolar en educación primaria


La escuela, ese fantástico lugar que alberga a los niños y niñas que construirán el mundo del futuro, es diversa. Como en cualquier sociedad, cada persona presenta particularidades distintas.
Ante esta diversidad, lo más natural es que aprendamos unos de otros. Pero ¿es posible atender a la diversidad si no entendemos la diversidad? ¿Inclusión escolar y desarrollo curricular pueden ser compatibles? La educación de hoy día requiere respuestas y propuestas
prácticas de aplicación real en el aula. Esto es lo que encontrarás en el libro que tienes en tus manos, porque sí es posible crear aulas inclusivas donde cada niño o niña se sienta feliz, importante y capaz, sacando el máximo rendimiento a su conocimiento junto al resto de sus compañeros/as.
Está en nuestras manos crear un mundo mejor, crear Escuelas del siglo XXI.






Autor: Jose Manuel González de Molina Jiménez
Tamaño: 14 x 21,5 cms
Páginas: 184
PVP: 14,00 €
ISBN: 978-84-9700-860-0

INDICE

Introducción  
Capítulo I: ¿Qué son las necesidades educativas?
 Necesidades educativas especiales
 Dificultades específicas del aprendizaje
 Altas capacidades intelectuales
 Educación compensatoria
 Incorporación tardía al sistema educativo   

Capítulo II: Organización del aula y libros de texto   


Capítulo III: Un paseo por Primaria
Primer ciclo: inclusión escolar a través de actividades cotidianas
Segundo ciclo: inclusión escolar a través de juegos educativos
Tercer ciclo: inclusión escolar a través de tareas que desarrollan las competencias clave   

Capítulo IV: Rincones de aula como apoyo a la labor docente  
 Rincón de lectura
 Pirámide de lectura  
Rincón de pensar   
  El club de los valientes
 Rincón de las matemáticas
 El supermercado
 El árbol de los deseos   
Conclusión   
Introducción
El maestro es aquella persona que forma y de la que se reciben enseñanzas muy valiosas. Sus enseñanzas se realizan con maestría debido a su gran relevancia y lo hacen a través de su ejemplo de alguna forma determinada. Gracias a su formación pedagógica, el maestro otorga de profesionalidad y rigor el proceso de aprendizaje del alumnado. Es el gran referente para el grupo de alumnos y alumnas que durante un tiempo determinado van a aprender de él o ella. Pero ahora, es tiempo de hablar de ellos…
Es por esto que surge este libro, porque me considero un maestro al que los alumnos y alumnas que han pasado por mis manos han sido capaces de cambiar mi vida, entendiendo cada vez más que aprendo de ellos tanto o más como ellos de mí. No hay nada como sumergirte en el fantástico mundo de cada niño y niña y entenderlos desde sus habilidades, inquietudes y expectativas para poder ver que el aprendizaje, la magistralidad y enseñanzas son mutuas y que mi misión no es formarlos desde mis conocimientos y experiencias sino que son las suyas las que se constituyen como bases para ser yo un guía en su aprendizaje.
Mis alumnos y alumnas me han enseñado que tan valioso es escucharme a mí como yo a ellos. Lejos quedan las clases donde me escuchaban y realizaban actividades donde se oían las famosas frases «Este niño es muy bueno, no da un ruido y trabaja en silencio». Me han enseñado a darles voz, a darles ese espacio vital para ser críticos y reflexivos, a que sean capaces de desarrollar su capacidad individual y de equipo, puesto que han hecho cambiar mi concepto de enseñanza donde tan importante son los resultados académicos como el desarrollo social del alumnado.
Este desarrollo social sólo es posible a través de la interacción de ellos y no sólo de inculcarle como maestro valores personales y/o aquellos establecidos por la sociedad. Todo aprendizaje debe ser asimilado a través de la experimentación, por ello ahora en mis clases les invito a hablar, a que se escuchen y a que aporten y respeten opiniones de los demás a través de nuestro proceso de aprendizaje. Esta tarea, al principio es realmente difícil puesto que cuando propiciamos estos espacios es cuando salen a relucir los conflictos, la intransigencia de algunos, el egocentrismo de las edades más tempranas, la invasión de los espacios personales… pero si hay alguna manera de que los alumnos puedan ser orientados en este aspecto es propiciando y generando la interacción diaria entre ellos.
Porque la escuela, me han enseñado mis alumnos, debe contribuir a que ellos consigan respetar opiniones diversas, mediar o resolver sus propios conflictos, establecer vínculos de unión entre ellos, superar sus adversidades, ayudar al compañero en el camino… para convertirse en personas repletas de afecto y cariño, que vengan felices a la escuela ya que el primer deber de los colegios es hacer que los alumnos vengan a clase felices  porque es la mejor forma de hacer posible que desarrollen su capacidad intelectual.


¿QUÉ SON LAS NECESIDADES EDUCATIVAS?
Antes de sumergirnos por el maravilloso mundo de la Educación Primaria es necesario aclarar una serie de conceptos que forman parte de la atención a la diversidad y que repercuten directamente sobre el alumnado. A lo largo de las distintas leyes educativas que articulan y marcan los referentes en educación, hay un concepto que se repite y que ha ido evolucionando de forma distinta, como es el concepto que suele marcar la primera gran diferencia entre los alumnos; déficits, discapacidad, dificultades, necesidades especiales… hasta confluir en un término más general que abarca al alumnado que presenta capacidades distintas como alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE).
Este término, abarca al alumnado que presenta necesidades educativas especiales (NEE), dificultades específicas de aprendizaje (DIA), altas capacidades intelectuales (AACCII), incorporación tardía al sistema educativo y compensación educativa a causa de situaciones sociales desfavorecidas (COMPENSATORIA). 

ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES

NECESIDADES 
EDUCATIVAS 
ESPECIALES
NECESIDADES
DE APOYO
ESPECÍFICO
DIFICULTADES
ESPECÍFICAS DE
APRENDIZAJE
COMPENSACIÓN
EDUCATIVA
INCORPORACIÓN
TARDÍA AL
SISTEMA


«En este sentido, los centros docentes garantizarán la puesta en marcha de los mecanismos y procedimientos para la identificación de las necesidades específicas de apoyo educativo que un alumno o alumna pueda presentar, de forma que sea posible establecer la atención educativa diferente a la ordinaria que requerirá con el fin de alcanzar el máximo desarrollo posible del currículo ordinario o adaptado».
Teniendo en cuenta lo que nos marca la normativa sale a relucir el concepto Atención educativa diferente a la ordinaria. Es decir, el tratamiento específico y especializado que van a tener los alumnos y alumnas que muestren capacidades distintas. El cual, destaco, no debe ser un tratamiento diferenciado ni aislado provocando pérdida de pertenencia al grupo, ni debe ser un tratamiento que cuando se lleve a cabo sea motivo de exclusión alguna.
Es preciso destacar que la normativa clasifica en distintas terminologías las diferentes capacidades que presentan los alumnos. Pero esto no debe ser motivo de discriminación alguna sino todo lo contrario. Es nuestra práctica educativa la que va a determinar la exclusión o inclusión para las distintas posibilidades que van a presentar nuestros alumnos y alumnas. Da igual que pongamos nombres a las capacidades de ellos (necesidades educativas especiales, altas capacidades, compensatoria…) y las características específicas y curriculares que determinen. Lo importante es nuestra práctica educativa, la cual debe responder a la inclusión escolar.
Digo esto, porque a veces, el sentimiento del profesorado es que «la normativa es la primera en clasificar y realizar una distinción del alumnado, catalogando sus posibilidades y provocando de esta manera la exclusión de los mismos». Es un gran tema de controversia, puesto que muchos docentes ven en el enfoque del alumnado NEAE la primera gran distinción entre alumnos, su primera gran «etiqueta» y que desde esta perspectiva se fomenta la exclusión de los mismos.
Sin embargo, independientemente de la clasificación establecida para el alumnado NEAE, es nuestra práctica educativa en el aula la que va a determinar el sentimiento de pertenencia o no pertenencia al grupo que pueda tener algún alumno de «necesidades». La normativa nos está marcando los distintos coches que tenemos en nuestro concesionario y se muestra como un manual de ayuda al docente para que sea capaz de enseñar a los niños y niñas a conducir su coche de la mejor manera posible.
De este modo, es la normativa la que nos ayuda a determinar el segundo concepto a analizar, el currículo. El cual está formado por los siguientes elementos curriculares: 

¿Para qué vamos a enseñar?
I
I
competencias claves------------------------------------------------------------------------Objetivos
I
I

Criterios de Evaluación


¿Cómo vamos a lograrlo?                                                                     ¿Qué vamos a enseñar?
Metodología                                                                                          Contenidos


Es el grado de adquisición del currículo el gran referente para determinar el rendimiento académico que es capaz de desarrollar el alumno. Los resultados académicos del alumnado serán más altos cuanto más conocimiento y dominio tengan sobre el desarrollo curricular establecido y temporalizado en las programaciones docentes. No nos olvidemos, como dijimos en la introducción, del desarrollo socio-afectivo del alumnado. Exigencia (desarrollo curricular) y felicidad (relaciones socio-afectivas) recordemos que son nuestra esencia en educación.
A continuación, y para aclarar conceptos que irán apareciendo a lo largo del libro, vamos a establecer las características del alumnado de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (a partir de ahora NEAE) y las respuestas educativas a nivel curricular que se pueden determinar para cada uno de ellos.
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