Cuaderno para Hablar
Programa para facilitar la comunicación en niños/as con trastornos del espectro autista.
Autor: Francisca Rivera, María José Molero
Tamaño: 17 x 24 cms
Páginas: 124
PVP: 12,00 €
ISBN: 978-84-9700-816-7
Tamaño: 17 x 24 cms
Páginas: 124
PVP: 12,00 €
ISBN: 978-84-9700-816-7
Prólogo
Introducción
Capítulo 1. Presentación
1.1.... A quién va dirigido
1.2.... Qué es el “Cuaderno para hablar”
1.3.... Cómo surgió.
1.4.... Qué significa para el niño
Capítulo 2. Metodología
2.1. .. Los objetivos
2.2. .. Cómo aplicar el programa
2.3. .. Comenzamos el
cuaderno
2.3.1. Ejemplo del primer tipo de plantilla
2.3.2. Ejemplo del segundo tipo de plantilla
2.3.3. Ejemplo del tercer tipo de plantilla
Capítulo 3. Resolución de conflictos
3.1.... Resolución de conflictos con TEA
3.1.1. Cómo ignorar las conductas inadecuadas
3.1.2. Cómo reforzar las conductas adecuadas
3.2. .. El “Cuaderno
para hablar” en la resolución de conflictos
3.2.1. Un caso real
3.2.2. Pautas a seguir para el
uso del cuaderno
3.2.3. Cómo cumplimentar el
cuaderno
a) Ejemplo: fobia a los atascos
b) Ejemplo: fobia a los perros
c) Ejemplo: fobia al corte de pelo
Anexo. Plantillas
Pictogramas
Bibliografía
Prologo
Si en general ser padre o madre no es una tarea sencilla,
cuando un hijo presenta algún tipo de dificultad en el desarrollo esta labor se
complica mucho más. Ante esta situación, los padres inician un arduo camino
para poder ayudarle. Cuando comienza a evidenciarse el problema, estos
necesitan comprender qué le está pasando al niño y encontrar soluciones; por
ello necesitan profesionales expertos que realicen el diagnóstico, para saber
qué orientación y tratamiento es el más adecuado a sus necesidades.
En ese momento los padres inician un
proceso de búsqueda de la ayuda necesaria; son momentos de estrés,
preocupación, dedicación y toma de conciencia gradual de la situación del niño.
Aparecen dudas y realidades nuevas que generan sentimientos de ansiedad y
lógicos desajustes en el funcionamiento familiar. Ante estas circunstancias no
solo necesitará ayuda el niño, sino también los padres.
El profesional terapeuta, en el ejercicio de su actividad, no
puede ni debe olvidar que los padres son las personas que más información
pueden proporcionar para su evaluación o tratamiento. En la familia, en el
contexto natural del niño, se encuentran las claves específicas de las
características del pequeño y de sus dificultades, así como de la dinámica
familiar y la forma como él y su familia se desenvuelven. También hay que tener
en cuenta que, de manera natural, la conducta del niño varía de forma
sustancial según el lugar en el que se encuentre, las circunstancias que le
rodeen (contexto) e, incluso, en función de las personas con las que se
relacione. Así, puede presentar comportamientos y actitudes distintos en casa,
en la sesión de tratamiento o en el colegio.
Por ello, en beneficio del niño, es importante que padres y
profesionales colaboraren y comprendan que esta colaboración será el elemento
esencial para aplicar el tratamiento y conseguir que el niño avance en la
consecución de un doble objetivo:
mejorar su evolución y su bienestar.
El profesional, desde su objetividad y experiencia técnica,
tiene que tener en cuenta este factor fundamental. Cuando los padres y el
terapeuta colaboran en el tratamiento, se establece un fuerte vínculo entre
ambos, que incide en el éxito de la intervención. Distintas investigaciones
indican que esta relación debe centrarse, entre otras, en la cooperación, en la
igualdad de poder y en compartir responsabilidades. Son actitudes y habilidades
que contribuyen a crear un clima de verdadera relación colaborativa.
La psicóloga M.ª José Molero Peinado, en el Instituto de
Lenguaje y Desarrollo, ha prestado ayuda realizando sugerencias, buscado
recursos y técnicas a utilizar con el niño, con los padres y con ellos mismos
como profesionales.
Por ello es necesario destacar que la colaboración, la
implicación y el trabajo diario, en el caso de los padres de Álvaro, han sido
decisivos para el ajuste de la intervención y el avance del niño. Ellos mismos
han realizado el camino con su hijo, ampliando sus conocimientos, estudiando y
analizando las necesidades de su hijo, profundizando en él; y, con los recursos
que han ido obteniendo, han sabido adaptarse a su día a día y perfilar paulatinamente
un método ajustado a sus necesidades, que les ha ayudado a paliar sus
dificultades de comunicación cotidiana.
Los padres de Álvaro, con su actitud proactiva, su capacidad de
observación, análisis y de afrontamiento a las dificultades han sido capaces de
situarse ante su hijo con una actitud positiva y han construido su confianza
como padres. Hoy se sienten seguros de todo lo que han alcanzado y están
satisfechos de haberlo conseguido por Álvaro y por ellos mismos.
En nuestra labor como profesionales, muchas veces actuamos
priorizando nuestro punto de vista profesional sobre el niño, por encima del
que tienen sus padres. No siempre se tiene la flexibilidad, humildad y
sabiduría para mirar todo lo que ellos pueden llegar a ver en su hijo. Los
padres son auténticos expertos en sus hijos y, como tales, nos pueden enseñar
mucho a trabajar con ellos y con sus dificultades. Desarrollan, crean, imaginan
y construyen recursos. Paqui y Rafa son un ejemplo de ello. Yo misma he
aprendido con ellos, viendo cómo han afrontado los problemas de Álvaro, dando
soluciones, y también me han enseñado cómo se pueden afrontar las dificultades
de la vida. Todo ello se lo agradezco como profesional, además de felicitarles
por su actuación como padres.
Este “Cuaderno para hablar” supone, además, una contribución
para otros padres con hijos con trastorno del espectro autista que deban
afrontar situaciones de comunicación similares con ellos, ya que el material es
adaptable a las circunstancias concretas de otros niños. Por otra parte, este
trabajo muestra no solo la organización de un recurso elaborado y ajustado a
las dificultades específicas de Álvaro, sino también un ejemplo de implicación
y determinación para otros padres.
Con este cuaderno y las recomendaciones para su aplicación, los
padres pueden proporcionar ayuda visual al niño para que comprenda situaciones,
anticipe acontecimientos o la sucesión de ellos y le facilite entenderlos. De
esta forma el niño se orienta, se facilita el uso del lenguaje y se ayuda a
disminuir los problemas de conducta.
Alicia
Fernández-Zúñiga
Psicóloga y directora del Instituto de Lenguaje y Desarrollo
…
1.1.
A quién va dirigido
El “Cuaderno
para hablar” está dirigido y será de gran utilidad para todos aquellos niños
que se encuentran dentro del espectro autista.
Se trata de un programa para facilitar la comunicación en niños
diagnosticados con trastorno del espectro autista. Este método, empleado con
Álvaro, un niño diagnosticado con un trastorno generalizado del desarrollo,
escolarizado como alumno de necesidades educativas especiales en educación
ordinaria hasta 4º de primaria y en aula TGD hasta 6º de primaria, ha servido
para potenciar la comunicación verbal, la conducta y la socialización del niño,
áreas de aprendizaje que hay que trabajar aún más, si cabe, en los niños
encuadrados dentro del TEA.
Hasta hace poco tiempo, para referirnos a
niños como Álvaro se empleaban diferentes etiquetas diagnósticas como Autismo o
Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). Últimamente estos términos han
sido reemplazados por el de trastorno del espectro autista, concepto que
refleja mejor la heterogeneidad en la afectación que pueden presentar estos
niños. Las manifestaciones del trastorno dentro del campo de la comunicación y
la interacción social, así como en los intereses y la imaginación, pueden
variar teniendo en cuenta las características del niño, el entorno, la gravedad
de la afectación, el nivel de desarrollo, su edad cronológica y el tipo de
intervención realizada. Asimismo, la propia evolución y la trasformación de las
alteraciones a lo largo del tiempo van configurando nuevos perfiles.
….
2.2. Cómo aplicar el programa
Una
vez detallados los objetivos del programa o cuaderno, cabe preguntarse: ¿cómo
emplearlo?, ¿cómo aplicarlo?, ¿quién lo realiza?
Como
decíamos al inicio, el “Cuaderno para hablar” no está pensado para que el niño
lo complete sin la supervisión del adulto (padre-profesional). Al principio lo
podrá completar el adulto, que estructuradamente rellenará la ficha para que,
paulatinamente, el niño vaya asumiendo cierta autonomía y sea él quien, con más
o menos ayuda y supervisión del adulto, lo complete.
Dada
la especial peculiaridad de los niños diagnosticados dentro del espectro
autista, hemos comprobado que resulta más eficaz completar el cuaderno
diariamente, durante unos 15 minutos aproximadamente, y en el momento del día
en el que el niño esté más tranquilo.
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